Aprendí a Detenerme...
Vean... Este es un ejercicio práctico, utilicemos nuestra imaginación... Visualicemos que estamos en nuestra casa, sentados muy cómodamente en el sillón que más les gusta de la sala, viendo una buena serie/película en Netflix (que no sea Sense8, porque la cancelaron :( ...) Se va poniendo un poco aburrida y deciden revisar su celular... Entran a Facebook y se dan cuenta de que tienen una notificación... Un numerito rojo sobre el ícono del mundo... La abren y se enteran que fueron seleccionados por el Dr. Mike Wazowski (dentro de miles de posibles candidatos) para ser parte de un estudio científico que ayudará a la humanidad a solucionar un problema importante (uno de tantos).
El Dr. (que olvidé mencionar, es reconocido mundialmente, por los logros obtenidos en el estudio de ex novios y animales varios) los citó a un salón de eventos reconocido, en un hotel de la zona 10 (obviamente incluye coffe break y todo eso); cuando llegan al lugar, la conferencia está por iniciar y la temática serán los autos de carrera (ese es el deporte favorito de Andrés).
El experto conferencista les pide que respondan una única pregunta:
Si su vida fuera como hacer un viaje en auto, ¿A que velocidad irían?
Hace unos días me ponía en esa misma situación y trataba de encontrar una respuesta, si me conocen saben que soy súper transparente y no tengo problema en decirles que mi vida hasta hace unos meses, era como estar en una escena de Fast And Furious versión 2.0. Me causa un poco de dolor reconocerlo, porque me di cuenta que viví mucho tiempo haciendo mil cosas a la vez, agotado, estresado y pasándola mal y dejando ir momentos pequeños que eran importantes.
Cenas con mi familia, pláticas con amigos, una sencilla tarde en casa viendo la serie que me gusta, un buen libro o tomarme el tiempo para consentirme haciéndome un facial... Si somos honestos con nosotros mismos, perder nunca ha sido fácil... Y cuando te das cuenta que te estás perdiendo a ti, es mucho más doloroso.
Decidí detenerme, elegí bajar mis revoluciones (sin remordimiento) cuando considere necesario, (ojo no estoy diciendo que voy a dejar de correr, porque creo que iría en contra de mi naturaleza), ahora estoy determinado en ver y prestar atención a lo que antes me parecía innecesario. No me alcanzarían las palabras para contarles lo mucho que lo estoy disfrutando, ¡Me encanta tanto! Poder dedicar tiempo para mi crecimiento personal y para compartir con las personas que quiero, ¡No se compara con nada! Logré entender que esa es la esencia y la magia de la vida... Los detalles pequeños hacen que todo tenga sentido.
Espero de todo corazón que ustedes también puedan intentarlo, vivirlo y que pronto intercambiemos experiencias...
Hoy me acompaña en el blog, La Vie Est Belle de Lancôme que representa a la perfección el punto de mi vida donde me encuentro ahora, esta fragancia está inspirada en la posibilidad de descubrir la belleza de la vida a través de sus notas florales y frutales, entre sus ingredientes se encuentran las grosellas negras, pera, iris , jazmín y flor de azahar del naranjo, pachulí, haba tonka, vainilla y praliné. Como les conté en Instagram, sentir el aroma me recuerda a mi mama y me hace sentirla cerca.
Agradecimientos especiales a Helados Adela por la atención, nos encantó conocerlos y probar sus helados artesanales, si quieren visitarlos pueden encontrarlos en la Vía 5 2-24 de la zona 4 (cuatro grados norte), lo interesante de sus opciones de sabores, es que varían cada 3 días. Están súper ricos, se los recomiendo.
Abrazos...
Fotos: Andrés Castillo
La Vie Est Belle de Lancome, vía Perfumerías Fetiche